¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de tus esfuerzos por ahorrar, tus finanzas no reflejan tus sacrificios al final de mes?
¿Sientes que tu dinero desaparece sin tener una idea clara de a dónde va?
Si respondiste que sí, es posible que te estén afectando los gastos hormiga, vampiro y fantasma.
Estos términos tan curiosos se refieren a tres formas comunes en las que tu dinero puede desaparecer sin que te des cuenta.
En este artículo te ayudaremos a comprender qué son estos gastos, cómo identificarlos y, lo más importante, cómo controlarlos para que no saboteen tu salud financiera.
Los gastos hormiga son pequeños gastos, de cantidades de dinero mínimas, que incurrimos sin darnos cuenta o sin pensar mucho en ello. Sí, suelen ser gastos diarios.
Se denominan "hormiga" debido a su naturaleza pequeña, inofensiva, pueden parecer insignificantes, pero colectivamente poderosa y con un gran impacto en tu economía a medio y largo plazo.
Algunos ejemplos comunes incluyen tomar café en la cafetería en lugar de prepararlo en casa, comer fuera de casa en lugar de llevar comida preparada al trabajo, pequeñas compras impulsivas o incluso comprar un chicle todos los días.
A pesar de que estos gastos parecen pequeños e insignificantes, se suman rápidamente y representan un desembolso significativo a lo largo del tiempo en tu presupuesto mensual.
Si son gastos esenciales, haz un presupuesto y destina una cantidad fija a esas pequeñas compras que hacemos.
Un ejemplo: un café de 1,50€ al día puede no parecer mucho, pero al final de la semana has gastado 10,50€ y al final del mes 42€. Eso suma más de 500€ al año, una cantidad significativa que podría ser ahorrada o invertida para un propósito más valioso.
Los gastos vampiro son aquellos que chupan tus recursos financieros lentamente, a menudo sin que te des cuenta.
Son gastos mensuales, que, generalmente, vienen en forma de suscripciones o servicios automáticos a los que estás inscrito.
Unos ejemplos de gastos vampiro pueden ser: la cuota del gimnasio al que no vas, aplicaciones o plataformas de streaming que ya no usas, un podcast, la televisión por cable, o cualquier otro servicio que se te cobre automáticamente cada mes.
La mejor manera de detectar estos gastos es revisar regularmente tus estados de cuenta para identificar cargos recurrentes y dejar de mantener suscripciones a servicios que no utilizamos, o lo que es peor, estar pagando por servicios que ni siquiera recuerdas que te has contratado y son suscripciones no utilizadas.
Su bajo coste hacen que pasen desapercibidos pero afectando a nuestro presupuesto y por tanto, a la economía personal y familiar.
Lo correcto es elaborar una lista con la descripción y el monto correspondiente de cada producto y sumar los datos para conocer el monto real que se destina a estos gastos. Apúntalos todos aunque sean mínimos.
Al detectar y eliminar estos gastos, puedes liberar una parte significativa de tu presupuesto a fin de mes.
Los gastos fantasma son cargos que aparecen en tu estado de cuenta y no sabes de dónde provienen.
A menudo, son tarifas y cargos que te cobran sin que te des cuenta y muchas veces resultan perjudiciales.
Estos pueden ser comisiones bancarias, cargos por tarjetas de crédito, cuotas de mantenimiento de cuentas y más. Por regla general, son gastos difíciles de detectar pero que afectan enormemente a tu capacidad de ahorro.
Para combatir estos gastos, es crucial leer toda la letra pequeña cuando te inscribas a un bien o servicio o producto financiero y revisar regularmente tus estados de cuenta. Suelen ser fugas de dinero muy comunes.
Si ves algún cargo que no reconoces, comunícate con la entidad financiera y pide explicaciones.
Para combatir estos gastos, necesitas una estrategia de dos pasos: detección y eliminación.
Para detectar estos gastos, comienza por llevar un registro de todos tus gastos y hábitos de consumo durante un mes. Esto te dará una imagen clara de dónde va tu dinero y te permitirá identificar cualquier gasto hormiga, vampiro o fantasma.
Puedes apuntarlo en tu móvil o físicamente en una tabla de control impresa. Aquí te puedes descargar una tabla especial donde poder registrar y controlar estos gastos.
Una vez que hayas identificado estos gastos, el siguiente paso es eliminarlos de la siguiente manera:
Recuerda, la clave para el éxito financiero a largo plazo no es necesariamente ganar más dinero, sino ser más inteligente con el dinero que ya tienes.
Identificar y eliminar estos tres tipos de gastos puede ser un paso importante hacia la mejora de tus finanzas ya que generan un impacto positivo en tu ahorro y planificación.