¿Ahorrar? ¿Invertir? ¿En qué se diferencian? Seguro que más de una vez te han surgido estas dudas.
Te pregunto: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? En esa historia hay muchas teorías pero, en ésta, te lo digo con total seguridad: primero es ahorrar.
El ahorro es la base de la economía personal y una vez que lo tenemos, ya podemos invertir.
Pero como siempre te digo, todo ello basado en una buena planificación financiera porque si no sabemos qué queremos conseguir y cuándo, ¿cómo vamos a saber qué hacer con el dinero?
Te cuento con más detalle.
Todo tiene que pasar por una buena planificación. Es la base.
Puede que el término te suene rimbombante pero ¡nada más lejos de la realidad!
Una planificación financiera bien estructurada es aquella que recoge los objetivos financieros que quieres conseguir a corto, medio y largo plazo.
Y ¿cuáles son los objetivos financieros?
Pues por ejemplo comprar una casa, ahorrar para la jubilación, hacer crecer mi dinero, etc.
Puede que la casa te la quieras comprar en un par de años, entonces es un objetivo financiero a corto plazo. El objetivo de ahorrar para la jubilación, si tienes entre 30 y 40 años, claramente es un objetivo financiero a largo plazo.
Todos estos detalles son los que recogen la planificación financiera.
El ahorro es el dinero que apartamos de nuestros ingresos con el fin de guardarlo para usarlo en el futuro.
Ahorrar es acumular y es lo primero que debemos de hacer, incluso antes de pensar en invertir.
Sin ahorros no podemos invertir.
Y te preguntarás, ¿por qué?
Pues porque lo más importante es vivir con tranquilidad y para ello, primero debemos de tener un fondo de emergencia con el que poder responder ante los imprevistos de la vida.
Estar respaldados económicamente es vital para nuestra salud mental y para no caer en endeudamientos por culpa de imprevistos.
Cuando tenemos nuestro colchoncito cubierto, podemos seguir ahorrando con la mirada puesta en nuestros objetivos, los que definimos en la planificación financiera.
Una vez que ya tenemos el colchón de seguridad, tenemos ahorros y están fijados nuestros objetivos financieros, es el momento de empezar a invertir.
Invertir es gestionar el dinero ahorrado, ponerlo a trabajar para que consigamos rentabilidad por él.
Vuelvo a insistir. Las inversiones que hagamos se tienen que adaptar a nuestros objetivos financieros.
En toda inversión hay cuatro puntos que tienes que tener claro:
Todos estos puntos son los que tienes que tener claro antes de invertir tus ahorros.
Para que lo veas más claro, comparto contigo esta tabla comparativa entre el ahorro y la inversión.
Ahora se ve mejor, ¿verdad?
Si ya tienes claro qué es el ahorro, qué es la inversión y cuáles son tus objetivos financieros, es el momento de elegir la herramienta que te va a ayudar a conseguirlo.
Recomiendo que te pongas en manos de asesores financieros profesionales para que evalúen tu caso y te muestren los productos financieros que hay en el mercado, pero sobre todo y lo más importante, los que se ajustan a tu perfil y a tus objetivos.
Si quieres poner tu dinero a trabajar pero no sabes por dónde empezar, aquí estamos para ayudarte.
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