«¡No llego a fin de mes!» «¡No consigo ahorrar!» ¿Cuántas veces has oído o dicho estas frases? Más de las que te gustaría, ¿verdad?
Esta queja es muy común y no siempre se debe a unos sueldos bajos. Hay personas con sueldos altos que también se encuentran en situaciones como esta.
Y te preguntarás «pero, ¿cómo es posible? Si yo gano 1.xxx€, 2.xxx€, 3.xxx€…»
Aquí el problema no es el sueldo, sino la gestión o planificación que se haga del mismo.
Es decir, puede que los gastos sean excesivos y no haya sueldo que los soporte. Por lo tanto, estarías viviendo por encima de tus posibilidades (seguro que te suena esta frase de hace unos años), sea cual sea tu sueldo.
Así que, para evitar esa situación tan desagradable de no llegar a fin de mes (e incluso que te sobre para ahorrar), pon en práctica los siguientes consejos que te voy a contar.
Todos tenemos una manera de relacionarnos con el dinero. A veces son hábitos que heredamos de nuestros padres y otras veces son costumbres que vamos adquiriendo con los años.
Venga de donde venga tu manera de relacionarte con el dinero, sigue los siguientes pasos:
Te propongo un método muy sencillo pero muy efectivo para gestionar tu sueldo, tomar el control de tus gastos y conseguir ahorrar todos los meses: el método 60-30-10.
Consiste en trocear tu sueldo de la siguiente manera:
Ya que has visto cómo repartir tu sueldo y tienes claro que hay que ahorrar al menos el 10% de tu sueldo, ahora te cuento cómo conseguirlo todos los meses.
Para lograrlo, vamos a preahorrar.
Preahorrar consiste en ahorrar a principio de mes (o cuando cobres tu sueldo), en vez de posponerlo a final de mes esperando a que te sobre algo.
Es decir, nada más cobrar tu sueldo, apartas el 10% que va dedicado al ahorro. No esperes a ahorrarlo a final de mes porque siempre surgen gastos o imprevistos que hacen que nunca ahorremos.
Si llega fin de mes, te sobra algo de dinero y también lo quieres destinar al ahorro, ¡perfecto! Cuánto más, mejor. Pero si no, al menos ya habrás guardado el 10% inicial.
Con esta fórmula adaptas todos tus gastos al dinero que te queda después de quitar la parte del ahorro. Porque si no lo apartas, seguramente te lo gastes.
Ya sabemos que mientras haya dinero en la cuenta vamos a gastar, eso es sí.
Y a veces gastamos en cosas innecesarias cuando podemos guardar ese dinero para cosas que realmente sí vamos a necesitar más adelante.
Si todo lo que has leído ha hecho un «clic» en tu cabeza y quieres que tu situación financiera cambie pero no sabes por donde empezar ¡no te preocupes!
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