El 2024 ya está aquí y con todo el gasto de las navidades, nuestra cuenta corriente está tiritando. Nos consolamos con eso de «Año nuevo, vida nueva» y casi imploramos un milagro para que este año sea mejor económicamente hablando.
Pero a continuación, más por inercia que por compromiso, empezamos a escribir una lista de propósitos para el nuevo año: ir al gimnasio para perder los kilos que hemos cogido con los turrones, comer más saludablemente, acabar el curso que empecé y jamás terminé…. ¡y ahorrar!
Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos. Si lo que queremos son recetas milagrosas con poco sacrifico y muchos resultados… nuestra lista no se cumplirá.
Según investigaciones realizadas por el psicólogo británico Richar Wiseman de la Universidad de Hertfordshire, a mediados de enero el 75% de las personas que hacen propósitos de año nuevo se habrán olvidado de ellos y en junio, solo un 5% los recordará.
¿Por qué ocurre esto?
Porque mordemos más de lo que podemos masticar. Es decir, tenemos muy buenas intenciones con nuestros propósitos pero a la hora de la verdad, el cerebro se hace el remolón y no está por la labor del cambio.
Para que este año sea distinto, por lo menos en lo referente a tus propósitos financieros y económicos, en Finanfox hemos diseñado una estrategia basada en cinco pasos con un único fin: que el 2024 sea el año que, por fin, aprendimos a gestionar nuestro dinero.
Antes de empezar quiero que sepas este dato:
Se necesitan entre 4 y 8 semanas para crear un hábito, así que no te desesperes y no te rindas.
¡Es posible conseguirlo!
Los pasos que tienes que seguir son:
Antes de empezar a planificar tus finanzas, debes de conocer cuál es tu punto de partida y esto se consigue haciendo un presupuesto mensual real.
En este presupuesto incluirás todos tus ingresos (sueldo, alquileres, ingresos extras) y todos tus gastos. Pero…
¡Ojo con los gastos!
En este punto no solo debes incluir hipoteca o alquiler, sino también los gastos del fin de semana, el café que tomas con tus amigos, el hobby que tengas, y un largo etc. Una vez tengas los ingresos y los gastos, réstalos y esa será tu capacidad de ahorro.
Te recomiendo que apliques la regla del 60-30-10 , es decir, que el 60% de los ingresos vayan destinados a gastos fijos (hipoteca/alquiler, luz, agua, internet), como mucho el 30% a los gastos variables (salida con amigos, comprar ropa, tu hobby, etc) y como mínimo el 10% vaya destinado al ahorro.
Ahorrar implica más que guardar intacto el dinero que hemos conseguido acumular. Para poder conseguir tus metas financieras debes ponerle fechas en el calendario y así poder usar una estrategia de ahorro u otra.
En el plazo de un año, debes ponerte una meta a corto plazo (en 3 meses), una a medio plazo (en 6 meses) y otra a largo plazo (hasta final de año).
¿Por qué decimos una meta por plazo?
Para que no te vengas arriba y pongas metas a diestro y siniestro que finalmente te distraigan y diluyan todo tu esfuerzo. Es mejor una meta por plazo para que te centres y sí o sí las consigas. 😉
Hay muchos productos financieros con características muy interesantes, pero tienes que elegir los que se ajusten a tus objetivos.
Es decir, tu no contratas una hipoteca porque quieres una hipoteca, la contratas porque es la herramienta que te permite tener una casa.
De este modo, si tu objetivo es a corto plazo, debes buscar obtener algo de rentabilidad pero con la total disponibilidad de tu dinero.
Si tu objetivo es a largo plazo, hay herramientas que maximizan la rentabilidad pero sin tanta liquidez (como por ejemplo los PIAS).
Si estamos hablando de objetivos a medio plazo, pues entonces habría que valorar si están más cerca del corto o del largo para elegir la solución financiera adecuada.
El ahorro está bien para tenerlo a corto plazo, por si surgen imprevistos. Las inversiones son para el medio y largo plazo cuando queremos generar más rentabilidad.
No debes invertir si no tienes un colchón económico para emergencias porque cualquier imprevisto puede desbaratar tu planificación.
El consejo es tener colchón de emergencias de como mínimo tres meses de ingresos, aunque lo ideal son seis meses.
A partir de esa cantidad, ya puedes empezar a invertir lo que te va sobrando para hacer crecer tu patrimonio, con la tranquilidad de que tienes un ahorro que te cubre las espaldas en caso de necesidad.
Tan importante es planificar tus propósitos de año nuevo como revisar si los estás consiguiendo.
Como mínimo hay que hacer una revisión a mitad del año para comprobar cómo van tus propósitos (los muy previsores las hacen cada trimestre).
Si estás cerca de conseguirlo, ¡enhorabuena! Y si no, puedes modificar tu plan para encauzarlo hacia la dirección correcta y así conseguir tus objetivos financieros.
Como ves, los pasos a seguir para planificar mejor tus finanzas son realistas y sencillos, pero si no sabes por donde empezar, en Finanfox te ayudamos.
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